Llevar un libro a la pantalla es una tarea que resulta ardua y arriesgada, pues no siempre se puede hacer un calco de todas y cada una de las páginas y de las escenas que estas contienen. Por eso, es muy común que veamos las adaptaciones a sabiendas de que se habrán tomado más de una licencia, modificando, inventando y/o eliminado partes de la trama. En algunos casos, podemos ignorar este hecho y disfrutar de la película o serie, sea por el motivo que sea. Pocas veces encontramos una adaptación casi perfecta, aunque sí que existen (aquí tenéis la entrada en la que hablo de mis preferidas). Sin embargo, por mucho que nos preparemos mentalmente, hay ocasiones en las que la historia que conocemos está tan destrozada que hasta sentimos como nos hierve la sangre y no podemos aguantar lo que estamos viendo.
La presente entrada está dedicada por entero a esas versiones que no se asemejan en nada a las novelas en las que están basadas y que, por lo tanto, han hecho que no pudiera pasar por alto los cambios realizados.