Autor: Art Spiegelman.
Editorial: Reservoir Books.
Traducción: Cruz Rodríguez Juiz.
Páginas: 296.
Traducción: Cruz Rodríguez Juiz.
Páginas: 296.
ISBN: 978-84-397-2071-3.
Precio: 21,90€.
Link: Casa del Libro.
Corre el año 1978 y Art Spiegelman visita a su padre con el que nunca ha tenido una buena relación y del cual se ha ido distanciando poco a poco. A pesar de las grandes diferencias que hay entre ellos, Art ha tomado la decisión de escribir la historia de su progenitor y le pide que rememore su experiencia durante el Holocausto. De este modo, Vladek comienza a relatar cómo era su vida antes de que los nazis se instalaran en el poder, el cambio que se produjo en su mundo al ser judío polaco, las dificultades que atravesaron todos y cada uno de los miembros de su familia y lo que significaron el estallido de la Segunda Guerra Mundial y su paso por los campos de concentración. Mientras tanto, Art escucha, pregunta, escribe y graba aquello que terminará dando forma a su novela gráfica. Una historia de lucha y sufrimiento. La historia de Vladek. La historia de un superviviente.
En Maus encontramos dos lineas argumentales separadas por espacio y tiempo a través de las cuales Art Spiegelman nos habla de la relación con su padre y de la construcción de esta novela gráfica, así como de lo que le ocurrió a Vladek a lo largo de la ocupación nazi. En este sentido, gracias al testimonio que nos ofrece este superviviente, se pone de relieve la incertidumbre que sufrieron miles de personas tanto antes como después de la persecución, el miedo a lo desconocido y el pánico que se desató cuando fueron llegando las noticias sobre los campos de concentración. Se describe el impacto que causaron las primeras muertes y las diversas dificultades a las que tuvieron que hacer frente al ser trasladados constantemente, reduciéndose cada vez más las habitaciones y escaseando los recursos a los que tenían acceso. También pone de manifiesto la humillación de la que fueron víctimas, el maltrato físico y psicológico que recibieron y la incredulidad ante lo que veían sus ojos. Por supuesto, a todo ello se le suma el enorme análisis que hace del racismo y sus efectos y la manera en la que incrementa el odio al mismo tiempo que anula el juicio, quedando latente que puede residir en el interior de cualquier persona.
"-¡Tuve que vigilar todo el rato que ese shvartser no nos robaría la compra del asiento de atrás!
-¡¿Qué?! ¡Esto es indignante! ¿Cómo tú, precisamente, puedes ser tan racista? ¡Hablas de los negros igual que los nazis hablaban de los judíos!"
-¡¿Qué?! ¡Esto es indignante! ¿Cómo tú, precisamente, puedes ser tan racista? ¡Hablas de los negros igual que los nazis hablaban de los judíos!"
Por otra parte, el relato de Vladek pone de manifiesto el evidente oportunismo que tuvo lugar entre algunos miembros de la comunidad judía y polaca. Los primeros creyeron, aferrándose a una ilusión, que aliándose con los nazis conseguirían algún tipo de beneficio o un salvoconducto que los liberase de los crímenes que se estaban cometiendo. Los segundos, sin estar de acuerdo con la ideología imperante, hacían lo que fuese necesario para congraciarse con los que estaban al mando. Como consecuencia de estos hechos, la desconfianza es un tema muy presente en la obra al igual que la resignación. Sin saber a ciencia cierta de quien debían fiarse, en muchos casos no tenían más remedio que arriesgarse y aceptar la ayuda de individuos que, fácilmente, podían estar tendiéndoles una trampa.
Más allá del pasado atroz, la novela se adentra en la huella que este dejó en el mundo y en los supervivientes, incluso en los descendientes de los mismos. El fin de la guerra y el transcurso de los años no siempre sirvieron para aplacar la depresión y mirar con alegría el presente y el futuro, un aspecto que el autor refleja al comparar la manera en la que su madre y su padre afrontaron la situación. Asimismo, habla sobre la importancia de la familia, de las desavenencias que se dan en el seno de la misma, de la responsabilidad que tiene que asumir cada persona y de la esperanza de aquellos a quienes les tocó vivir un período marcado por el horror y la desesperación.
"-No lo entiendo...¿por qué los judíos no intentaron salvarse?
-No era tan fácil como crees. Todos eran tan hambrientos y asustados y cansados que no podían ni creer lo que veían...Y los judíos vivieron con la esperanza. Confiaban en que los rusos llegarían antes de que una bala alemana les atravesaría la cabeza..."
-No era tan fácil como crees. Todos eran tan hambrientos y asustados y cansados que no podían ni creer lo que veían...Y los judíos vivieron con la esperanza. Confiaban en que los rusos llegarían antes de que una bala alemana les atravesaría la cabeza..."
Estos temas se ven enfatizados por un dibujo en blanco y negro y un estilo narrativo en primera persona, muy especial y atmosférico en el que el autor plasma las conversaciones que mantuvo con su padre, además de sus propios sentimientos y pensamientos con respecto a la figura de Vladek. Mezcla el presente y el pasado por medio de flashbacks, haciéndonos participes del relato y convirtiéndonos en un oyente más. Todas estas características otorgan a la narración mucha fluidez y un realismo sobrecogedor que te atrapa por completo. Además, no obstante lo cruento de la historia, puede apreciarse con claridad que Art no pretende dramatizarla o buscar la lágrima fácil, sino que nos cuenta los hechos tal cual los vivió su padre.
Otros personajes con una presencia muy poderosa en la historia son Anja y Mala. Anja, la madre de Art y la primera esposa de Vladek, es una mujer que se ve tremendamente sobrepasada por los acontecimientos y cuyo nivel de sensibilidad es altísimo. Tras sufrir una depresión posparto y superarla, la opresión, el miedo, la pérdida, la huida y posterior ingreso en un campo de concentración hacen mella en su mente y en su cuerpo y su estado no hace más que empeorar con el transcurso del tiempo hasta llevarla a una situación límite. Por lo que respecta a Mala, es también una superviviente y tiene un carácter decidido y explosivo, por lo que su matrimonio con Vladek se encuentra plagado de enfrentamientos. No se deja amedrentar en ningún momento, por mucho que el recuerdo de Anja siga presente y sea comparada con ella, aunque en ocasiones se la ve cansada y harta de la situación.
Teniendo en cuenta que es un relato maravillosamente bien ambientado y abrumador, con imágenes que se te quedan grabadas a fuego y con esa perfecta narración que hace que te metas por completo en la historia y te pongas en la piel de sus protagonistas, Maus se merece todo el reconocimiento y los halagos que recibe. Es una biografía realista, impactante y dolorosa que te guía por los recuerdos de una persona que fue testigo y víctima de las mayores atrocidades, que te lleva hasta el campo de concentración de Auschwitz y te explica su funcionamiento, sus condiciones y los sentimientos que allí se aglomeraban y que, además, te hace reflexionar. Yo me emocioné muchísimo leyéndola, me hizo plantearme cuestiones en las que antes no había pensado y me atrapó entre sus páginas. Es una historia contada desde un punto de vista distinto y, en mi humilde opinión, es muy necesaria. La recomiendo encarecidamente y espero que le deis una oportunidad.
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