Autor: Margaret Atwood.
Editorial: Penguin Random House UK.
Colección: Vintage Classics.
Páginas: 504.
Colección: Vintage Classics.
Páginas: 504.
ISBN: 978-1-784-87144-4.
Precio: 11,68€.
Link: Amazon.
En un régimen que coarta la libertad y oprime a la sociedad, las mujeres han sido clasificadas en grupos bien diferenciados de acuerdo a su capacidad para procrear. DeFred pertenece al grupo de las criadas y su única labor es dar a luz a niños sanos y aumentar el nivel de la población. Si se niega a cumplir con tal propósito, la muerte sería el final más probable y eso no entra dentro de sus planes. Condenada a vivir en una rutina asfixiante y sin derechos a los que aferrarse, DeFred hace la compra, mantiene su rostro oculto como dictan las normas y acude a la Ceremonia tratando de centrar sus pensamientos en otra cosa. Sin embargo, los recuerdos son difíciles de eliminar y su mente viaja a momentos pasados que la llenan de esperanza y pesar a partes iguales. Ha perdido a su familia, su libertad y hasta su propio nombre, mas ningún sistema puede arrancar de ella los deseos de volar. Pero, ¿de quién puede fiarse si todos guardan silencio? Ellos siempre tienen espías vigilando y si no se anda con cuidado, puede ser el siguiente cuerpo colgado en el Muro.
El cuento de la criada es una distopía feminista en la que Margaret Atwood construye un mundo dictatorial basado en el control pleno de la vida de los ciudadanos, en especial de las mujeres, las cuales deben atender los deberes que les han sido impuestos bajo amenaza de castigo o muerte. La literatura, el ocio, la diversidad cultural y todo aquello que pueda suponer una amenaza para el equilibrio del sistema imperante ha sido completamente suprimido; la mentalidad general debe estar centrada en concebir bebés de acuerdo a las reglas establecidas. En esta sociedad no hay cabida para el amor ni para vínculos emocionales, solo existe el sexo como propósito objetivo y las mujeres son un instrumento para conseguirlo.
Con este impresionante telón de fondo, la autora plantea un análisis centrado en desgranar el papel de la mujer dentro de la sociedad y la manera en la que es percibida en determinadas situaciones. En este aspecto, el libro habla sobre el fomento de la competitividad entre mujeres y el odio y la envidia que pueden llegar a profesarse las unas a las otras debido a ello, puesto que comparan sus logros y sus posibilidades con los de las demás. Asimismo, se añade el hecho innegable de que el mundo acentúa esas diferencias al agruparlas por sus características, otorgando especial relevancia a la fertilidad. Somos testigos de la manipulación a la que son sometidas cada una de ellas hasta tal punto en el que no pueden confiar en nadie y callan por temor a las represalias o se convierten en verdaderas creyentes, así como de la pérdida de identidad al arrebatarles sus nombres. La culpabilidad también es un tema recurrente en esta historia, ya que es un mecanismo empleado para que las mujeres sigan los patrones marcados por el sistema patriarcal y se sientan responsables si algo horrible les ocurre. Para resaltar este asunto, la autora pone ejemplos bien claros a lo largo de la novela, como sería el de culpabilizar a la víctima en lugar de al agresor, así como la idea asumida de que si un bebé no está sano o no se produce un embarazo después de varios intentos, es la mujer la que sufre algún tipo de problema y jamás se planeta la posibilidad de que el hombre sea estéril.
"Evito mirar mi cuerpo, no tanto porque sea algo vergonzoso o impúdico, sino porque no quiero verlo. No quiero mirar algo que me determina tan absolutamente."
Otro tema expuesto en el libro es el clasismo, pues los personajes están divididos por categorías y se distinguen de acuerdo al color de sus vestimentas. Así, se reconoce al instantes a aquellos que pertenecen a clases inferiores y son repudiados. Nos encontramos ante una separación extremadamente marcada, de tal manera que la interrelación entre grupos es imposible y está prohibida. Con esto, la autora nos pone al descubierto una herramienta de control de masas que hace que los poderosos se aferren a sus escasos privilegios, que los que se encuentran en escalones inferiores pierdan su identidad y perciban cualquier nimiedad como un regalo y, al mismo tiempo, es un medio para evitar posibles revueltas.
La creencia es, por su parte, un aspecto bien examinado en la historia. No existe una religión propiamente definida y las personas que siguen una, ya sea católica, judía o de cualquier otro tipo, son apresadas inmediatamente por ir en contra de las ideas que sustentan la República de Gilead. No obstante, sí que podemos encontrar un puritanismo ferviente arraigado en cada acto, palabra pronunciada por lo altos cargos y por las personas que educan a la población, plantando en el cerebro de la multitud la semilla de la supuesta rectitud. Sin embargo, Atwood nos muestra la frivolidad de la fe, pues la mayoría no cree en esos valores y se dedican a aparentar que lo hacen por miedo, egoísmo o indiferencia. Es imposible diferenciar a un devoto real de uno que finge.
Por descontado, se habla sobre la cuestión del aborto, la maternidad, la forma en la que las mujeres son vistas como objetos, la hipocresía del propio sistema y de las personas que lo sustentan, del machismo y sus efectos, así como de la intolerancia, el odio y la falta absoluta de justicia. En definitiva, con estos temas, la autora analiza los perjuicios de una sociedad desequilibrada, como la misoginia y el patriarcado corroen la vida, y la importancia del feminismo.
Por lo que respecta a la narración, la historia está en primera persona, siendo DeFred la encargada de relatarnos los acontecimientos que ocurren a lo largo de la novela. La mayor parte está contada en presente, salvo en determinados flashbacks en los que se emplea el pasado. Estas dos características provocan que sea un relato muy intimista y atmosférico que te permite adentrarte en los pensamientos de la protagonista y descubrir los entresijos de su mundo. Además, la prosa de la autora destaca por su toque poético y sencillo, en contraste con la crudeza de los hechos que está narrando. Es un estilo que fluye con naturalidad y que va guiando al lector, sin pausa pero sin prisa, a través de las palabras. No permite que te pierdas por los saltos que da entre el pasado y el presente dado que sabe como ubicarte en el tiempo y te involucra en la trama.
En cuanto a los personajes, son un grupo reducido los que cargan con el peso de la novela y de algunos solo podemos vislumbrar retazos de su ser, pero poseen una personalidad bien descrita y cada uno de ellos simboliza un rasgo esencial a partir del cual se planeta la crítica. En una indudable primera posición está DeFred, una protagonista tridimensional y compleja a la que conocemos en profundidad y que representa la idea de la mujer como instrumento para conseguir fines específicos. Es una mujer a la que le ha tocado vivir dos épocas extremadamente diferentes, que pierde a su familia, su propio nombre y su libertad de la noche a la mañana y que hace frente a la realidad de la mejor forma que puede. Su lucha interior es inmensa, por lo que está repleta de sentimientos opuestos y se debate entre sus deseos y sus miedos. Es valiente, atrevida y fuerte, pero también es insegura cuando se para a pensar en las consecuencias; anhela algo más de la vida y al mismo tiempo se siente culpable por ello. Es un compendio de temores y esperanzas, de luz y oscuridad, todo lo cual la convierte en un personaje redondo que sufre una dualidad justificada y cuya psicología está perfectamente construida.
Del resto de personajes que tienen relevancia en El cuento de la criada conocemos el punto de vista de DeFred. En la casa en la que ha sido asignada está Serena Joy, la mujer del Comandante, que intenta ocupar sus días con cualquier actividad que la haga sentirse productiva y útil, manteniendo siempre la compostura y mostrando su ironía por cuanto la rodea; el Comandante es un personaje que parece estar en la sombra, sin mucho que aportar, pero es mucho más de lo que aparenta y sus verdaderas intenciones e ideas no tardan en salir a la superficie. Se le podría atribuir una cantidad inagotable de adjetivos, mas caería en el spoiler si analizara su conducta con más profundidad. Rita y Cora son las dos Marthas que se ocupan del mantenimiento del hogar y son extremadamente diferentes la una de la otra: la primera es fría y distante, se involucra lo menos posible en los asuntos privados del resto y, en general, se muestra bastante indiferente; Cora es la dulzura en persona, es sensible, atenta y se preocupa por la salud de DeFred. Luego estaría Nick, el misterioso chófer cuyo comportamiento destaca por su falta de sutileza y que da juego a la trama.
Fuera de la casa, hay que destacar a la Tía Lydia, representación máxima del puritanismo, cinismo y manipulación mental. Ella es una de las encargadas de moldear la personalidad de las mujeres, la que imparte castigos y la que posee la autoridad y la capacidad necesarias para lanzar mensajes que se quedan grabados a fuego en la mente de DeFred y de cada una de las criadas. Su poder de sugestión es innegable. Y por último, aunque no por ello menos importantes, DeGlen y DeWarren, dos criadas que tienen un efecto en nuestra protagonista de un modo o de otro. DeGlen es reservada y la rodea un halo de misterio que genera mucha incertidumbre. DeWarren, por su parte, ha sucumbido a la presión ejercida sobre ella y las vivencias por las que ha pasado han causado muchos estragos en su conducta. DeFred la percibe como una persona altanera y de poca confianza, pero poco a poco vamos comprendiendo el estado en el que se encuentra y es en ella en quien podemos apreciar la rotura de un ser humano.
Antes de dar mi opinión con respecto al libro, me gustaría comentar ciertos aspectos sobre la edición de Vintage Classics. Además de la preciosa portada, lo que me parece muy interesante es la información que hay en las últimas páginas. En ellas hay datos sobre la autora, el propósito que tenía al escribir la novela y se nombra a los personajes principales, lo cual te ayuda a comprenderla un poco más. Pero, sin duda, lo más sorprendente que podéis encontrar en estas notas adicionales es la relación de temas tratados por Margaret Atwood con sucesos reales. No sé si la edición en español u otras ediciones en inglés tendrán estas páginas, lo que sí sé es que merecen mucho la pena y le aportan un valor incalculable.
Finalmente, mis impresiones acerca de El cuento de la criada no podrían ser más positivas. La narración está excepcionalmente cuidada, el mundo está ensamblado y los personajes tienen muchos matices, pero lo que más brilla es la trama. ¿Qué os puedo decir que no se haya comentado ya? Los sucesos, la crítica y los argumentos son tan impactantes y sobrecogedoramente reales que te dejan sin respiración. Es un libro atemporal que te invita a reflexionar sobre temas cruciales y a observar con detenimiento la situación actual para comparar las diferencias, para apreciar de primera mano la realidad impregnada en cada una de sus palabras. Sinceramente, lo considero de obligada lectura porque el machismo, el patriarcado y los problemas que sufren las mujeres en este tipo de entorno están perfectamente representados, porque resalta las consecuencias de la desigualdad entre sexos y porque te advierte de las ideas misóginas que todavía siguen existiendo, dañando todo lo que tocan. Me encantaría escribir más y comentar los múltiples ejemplos que, por desgracia, podemos encontrar hoy en día, aquellos que demuestran que nuestra sociedad no está muy lejos de la planteada en el libro, pero solo añadiré que me impactó enormemente y que tuve que cerrar el libro en diversas ocasiones por la explosión de sentimientos que provocaron determinadas escenas. Estoy deseando leer más trabajos de la autora. Le di 5 de 5 estrellas en Goodreads, aunque creo que no existe puntuación lo suficientemente alta como para hacerle justicia. Por si no ha quedado claro, lo recomiendo de todo corazón.
"What's my next hope for this book? The same hope it's always been. I hope that The Handmaid's Tale will remain between its covers; that it will not become a reality. Any more than it already is. Margaret Atwood"
Nivel de Inglés
¡Hola! Yo por ahora no tengo pensado leerlo porque estoy con la serie y creo que influiría en mi manera de verla así que, como la estoy disfrutando tanto, me aniamaré si eso cuando se termine. Un besote :)
ResponderEliminar¡Hola! Por lo que me han contado de la serie, yo diría que sí que te influiría. Si te decides a leerlo, espero que lo disfrutes tanto o más como estás disfrutando con la serie.
EliminarUn beso :)
Hola. La serie me encanta, así que me estoy planteando leer el libro!! Que le tengo muchas ganas *-*
ResponderEliminarUn saludo :)
¡Hola! La serie está en boca de tod@os XD. Te recomiendo encarecidamente que lo leas, es muy genial.
EliminarUn beso ^_^
Hola. Yo me compré el libro y por acumulación de lecturas lo dejé un poco arrinconado y luego ya empece a ver la serie. Pero a pesar de ver la serie no descartó su lectura en un futuro.
ResponderEliminarBesos.
¡Hola! Yo también tengo ganas de ver la serie ahora, pero te aseguro que el libro merece mucho la pena. Espero que te animes a leerlo ^^
EliminarUn beso :)