lunes, 17 de septiembre de 2018

Cortejo en la Catedral de Kate Douglas Wiggin


CORTEJO EN LA CATEDRAL.

Autor: Kate Douglas Wiggin.
Editorial: D'Época.
Traducción: Rosa Sahuquillo .
Ilustración: Charles E. Brock.
Páginas: 130.
ISBN: 978-84-946875-1-8.
Precio: 15,10€.
Link: Casa del Libro 


Con la ruta de la ciudades catedralicias completamente planificada, Katharine "Kitty" Schuyler parte rumbo a Inglaterra junto con su anciana tía Celia. A pesar del carácter de su compañera, la jovencita de diecinueve años disfruta descubriendo las diferencias existentes entre América y el país que está pisando, buscando alojamientos con nombres curiosos y anotando las características más llamativas de las imponentes catedrales que va visitando. En su agenda no entran propósitos distintos a los previamente establecidos, pero el destino le tiene preparado un encuentro con Jack Copley y eso trastoca el objetivo principal de su viaje. Desde el momento en el que sus caminos se cruzan, ambos esperan volver a verse y se buscan el uno al otro de ciudad en ciudad. Así comienza un peculiar cortejo cuyo principal obstáculo es la misma tía Celia, la cual no parece enterarse de nada. 

Catalogada como comedia romántica, esta novela se centra en desarrollar la atracción que sienten los protagonistas y la persecución que tiene lugar tras su primer encuentro, adentrándose en los entresijos del arte del cortejo. Con ello, la autora nos muestra las pautas que debían seguirse en aquella época antes de iniciar una relación sentimental, el coqueteo disimulado a base de conversaciones que no demostraran abiertamente las intenciones de los amantes y la importancia de los pequeños gestos y las miradas. También plasma la conducta establecida por la sociedad según la cual la pareja necesitaba una carabina que ayudase en el proceso, pues no se consideraba correcto que una dama de bien estuviese a solas con un posible pretendiente. De esta manera, somos testigos del esfuerzo constante de Jack para ganarse la confianza de tía Celia y poder acercarse a Kitty, y el intento de esta por aparentar indiferencia frente a él, tal y como dictaban las normas. Por lo tanto, no estamos únicamente ante el preludio de un posible romance, sino ante el retrato de las características del mismo.


Los encargados de exponernos la trama son Kitty y Jack, pues es una narración en primera persona y a dos voces en la que se van alternando los capítulos contados por ella con los relatados por él. De este modo y debido al formato de diario que tiene le novela, conocemos una doble visión de los acontecimientos y sabemos de primera mano los pensamientos y sentimientos de cada uno de ellos, creando una conexión directa y sencilla con el lector. Por otra parte, la pluma de la autora está cargada de delicadeza y no le faltan toques humorísticos, dos cualidades que contribuyen a que sea un libro fácil de comprender y de leer. Kate Douglas Wiggin no emplea un vocabulario extremadamente recargado ni lleno de florituras, sino que escribe los hechos con fluidez sin perder un ápice de la comunicación propia de la época. Con este mismo tono, nos dibuja los paisajes y las catedrales que recorren los personajes sin proporcionar una descripción detallada, solo dando las pinceladas necesarias para construir el ambiente y que seamos capaces de vislumbrar el entorno en todo momento.     

Por lo que respecta a los protagonistas, sus personalidades y sus verdaderas intenciones están perfectamente reflejadas dado que los dos tienen voz dentro de la novela. Queda constancia de como son realmente, de la profundidad de sus sentimientos y de las ideas que tienen en mente, que pueden estar acorde o no con los convencionalismos aceptados. Katharine es modesta, educada, amable y todo lo que debe ser una señorita de su condición social, dejando entrever su inocencia en algunas ocasiones. También es inteligente, con un carácter determinado y fuerte y un humor irónico y un tanto ácido que queda bien plasmado en su diario. Pero si hay algo que la caracteriza es su atracción por los nombres con significados llamativos, así como su entusiasmo por descubrir cosas nuevas y culturas diferentes. Jack, por su parte, es la perseverancia y la frustración personificadas. Siempre se muestra calmado y elocuente, tiende a ser relajado y su sentido del humor, a diferencia del de Kitty, es simpático. Eso sí, su incansable persecución podría rayar en el acoso, pues la sigue de una ciudad a otra y se cambia de alojamiento para estar más cerca de la mujer que le ha robado el corazón.

No puedo dejar de lado a tía Celia, un personaje que vemos a través de los ojos de los protagonistas. Es una anciana rígida y a la vez adorable que está tan enfrascada en observar las catedrales que no reconoce a Jack a pesar de verle por todas partes. Tiene unas opiniones fijas en cuanto a comportamiento y reglas de etiqueta y cuando establece una ruta, debe seguirla sí o sí. Sin embargo, conoce la personalidad real de su sobrina y le da cierta manga ancha; queda bastante patente que la quiere.

Asimismo, estos personajes y su historia vienen acompañados por una edición que realza la delicadeza y la hermosura de una obra de por sí encantadora. Las ilustraciones originales de Charles E. Brock poseen mucha finura y precisión, gracias a lo cual podemos tener una imagen clara tanto de los personajes como de las catedrales; la introducción y el prefacio nos proporcionan información de la autora y del libro en cuestión; y por último, las notas a pie de página nos ayudan a comprender las múltiples referencias que aparecen y nos sitúan en el contexto histórico.


Personalmente, disfruté muchísimo leyendo los puntos de vista de estos dos magníficos protagonistas y las situaciones tan cómicas y dulces por las que pasan. Acabas cogiéndoles cariño, pero si tuviera que escoger a un personaje, yo me quedaría con tía Celia. En palabras del propio Jack: "Estoy empezando a adorar a la tía Celia. Al principio no me agradaba, pero se muestra deliciosamente cegata". Tengo que decir que me encantó y sorprendió esa mención especial a Jane Austen y a Persuasión, al igual que me gustaron el resto de referencias a otros autores y personajes históricos. Además, las ilustraciones me parecieron una auténtica maravilla y me fascinó su minuciosidad. Lo único que me queda por añadir es que lo recomiendo; es un libro en el que las páginas vuelan, de lectura amena, con una historia entrañable que te mantiene con una sonrisa constante y que te hace soltar más de una carcajada.

2 comentarios:

  1. ¡Hola! No lo conocía pero cuentas algunas cosas que me han encantado así que me plantearé leerlo. Un besote :)

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    1. ¡Hola! Es que es muy divertida y ligera, así que es perfecta para esos momentos en los que quieres leer algo sencillo.
      Un beso :)

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